Ingresar a un familiar en un centro residencial siempre es una decisión dolorosa y remueve muchos sentimientos. La creencia de que “como en casa” no estamos en ningún sitio, no siempre es cierta, ya que hay situaciones, cada vez más frecuentes, en las  que quedarse en casa, supone una peor calidad de vida tanto para el mayor como para su entorno.

Debemos desterrar muchos prejuicios o ideas preconcebidas, que nos remontan a los asilos o a las casas de beneficencia, los actuales centros geriátricos son lugares donde se combina la profesionalidad con la vocación de cuidar a los mayores.

Por desgracia, en los últimos tiempos y debido a la pandemia, el sector ha sufrido una campaña de desprestigio, ofreciéndose una imagen generalizada muy distorsionada de la realidad.

Cuando aparecen las patologías físicas o psíquicas, inevitables por la edad, las ventajas de ingresar en un centro residencial son muchas:

  • La atención prestada por el personal socio sanitario son cuidados profesionales adaptados a las necesidades y patologías de cada residente.
  • En Pinar de Aravaca tenemos un médico 24h al día, ello supone que al menor síntoma, un doctor va a estar al lado del mayor, examinando esa dolencia y poniendo solución a la mayor brevedad.
  • En las residencias fomentamos la autonomía personal, por ello, con una buena terapia se mantienen las actividades básicas diarias y se ralentiza el deterioro tanto funcional como cognitivo.
  • Los menús diarios se adaptan a las necesidades nutricionales de los mayores y de las distintas patologías que padecen.
  • Las habitaciones y baños, y en general la totalidad del edificio está adaptado para personas con poca o nula movilidad, todo está pensado para mejorar y facilitar la actividad diaria, y ello supone un menor riesgo de caídas o golpes.
  • La salud emocional es sumamente importante, y paliar la soledad ayuda a prevenir otras dolencias. Las relaciones con iguales, interactuar con otros fomenta el desarrollo cognitivo y la autoestima, previniendo en muchos casos la tristeza y la depresión.

Pese a todo lo escrito en los últimos meses, las residencias son lugares seguros, fiables y solventes, cuya actividad es controlada por la Administración con inspecciones periódicas y donde cualquier incumplimiento de normativa conlleva una sanción, pero además, pertenecemos a un sector donde la vocación y el servicio a los demás es inherente a todas las personas que trabajan en el mismo

En Pinar de Aravaca, nuestro lema es “cuidamos con cariño y profesionalidad”, ambas cosas son esenciales e imprescindibles para ofrecer una mayor calidad de vida a nuestros mayores.

Mª Jesús Béjar Martinez

Directora