Cuando era pequeña y estaba en el colegio, el mes de Mayo me encantaba, porque era el mes de las flores, llevábamos ramos a la Virgen, podíamos usar el uniforme de verano, y los días eran más largos y jugábamos al aire libre.

Algo parecido me ha pasado este mes de mayo, hemos dejado atrás este invierno triste, porque  las vacunas nos han llenado de esperanza y de ilusión, y por eso, el mes de mayo comenzó con la festividad del DIA DE LA MARDRE,  nuestra residencia se llenó de hijos que este año SI, podían venir a ver a sus madres. Por nuestra parte, compramos muchas rosas que repartimos a todas nuestras residentes, porque tengan o no hijos, cada mujer lleva una madre en su interior, y no existe amor mas generoso y desinteresado que el maternal,  y eso hay que homenajearlo

Fui un día muy especial, nuestras residentes estuvieron muy contentas, y eso nos llena de alegría y satisfacción.

Pero Mayo, también nos trajo SAN ISIDRO, y nuestro patrón merece una fiesta especial, y la hicimos, con nuestro chotis y con los residentes bailando, y haciéndose fotos con un mantón de manila y una gorra de chulapón. Esta pandemia nos ha dejado algo bueno, y es que las cosas pequeñas nos hacen disfrutar como si fueran algo extraordinario. San Isidro con sus rosquillas y sus bailes, consiguió que nuestros residentes se rieran y disfrutaran mucho.

Esta primera quincena ha traído muy buen tiempo, y nuestro jardín, a pesar  de “Filomena” está maravilloso, asi que ya  hemos montado todas las mesas, sombrillas, etc,  y todo está preparado para que tanto los residentes como sus familiares, puedan pasar buenos ratos al sol o la sombra, según prefieran.

Nuestro huerto urbano va creciendo y nos están floreciendo muchas de las semillas, y los residentes están cuidando con esmero de las plantas.

Y la ultima sorpresa de Mayo, es que nuestra conejera vuelve a tener ocupantes, dos conejitos preciosos que aun son muy pequeños pero que seguro crecerán y servirán de entretenimiento a nuestros mayores.

Y asi va transcurriendo Mayo, tranquilo y lleno de buenos momentos para los residentes, y esa es sin duda, la parte mas gratificante de mi trabajo como Directora de PINAR DE ARAVACA.